Opciones reales en Auxilio en C.Valenciana

Hola me gustaría saber la opinión general de expertos y no tan expertos sobre las opciones reales que hay para un opositor no interino para conseguir plaza en Auxlio en C.Valenciana, teniendo en cuenta que el examen fuera de un nivel medio/normal.
Sois positivos pensando en que el plan de estabilización se ha hecho en Trami, y que no habrán tantos tops porque han conseguido ya su plaza?
Es posible sacar plaza????

Depende de los méritos que tengas, y de la nota que en un futuro puedas sacar.
Es verdad que dicen que es un territorio dificil.

Como no tan experto las opciones de plaza de cualquier opositor en auxilio depende de 3 cosas; la preparación del opositor, la dificultad de los exámenes y que se publiquen las definitivas de tramitación libre antes.
Luego claro el concurso en el caso de que el examen sea muy asequible.

Tú saca la máxima nota y las cábalas ya las harás más adelante. Si te quedas fuera este año, cárgate de puntos y el año que viene lo revientas.

Es difícil hablar de opciones reales cuando ni siquiera has visto el nivel de dificultad del examen.

Primero céntrate en sacar un nueve casi diez y luego ya harás cábalas ....... De verdad..... Eso no se sabe nadie tiene la bola de cristal....

Podemos opinar, pienso que un 110 puede valer

Habrá que ver cómo es el examen pero Valencia suele ser un ámbito duro, yo cada vez que veo a gente discutir sobre el corte de Cataluña en Trami y hablan de poco más de 100 lo leo con cierta envidia, porque esos predicciones de cortes aquí no serían nada realistas(nota del último en fase de oposición 4-5 puntos más alta que en Cat, 240 y pico interinos aprobados para 197 plazas...), Auxilio dependerá de la dureza del examen y de los aprobados con plaza de Tr-Gest. que no quieran ir a este cuerpo, aun así si no recuerdo mal tú no llevabas mal sumatorio de Trami no? Si tienes un equilibrio decente entre exámenes-concurso claro que tendrás opciones otra cosa es tener seguridad de plaza, en todo caso aquí siempre hay que ir con cautela porque el nivel de los últimos años es alto.

No sirve de nada hacer cábalas en este momento puesto que no sabemos la dificultad del examen. Si ponen examen carnicero el concurso quedará en mera anécdota, y si lo ponen fácil pues...se repetirá la triste crónica de tramitación.
A favor: que muchos tops de gestión y trami no se presentarán, y que creo que visto lo justo que va el Ministerio de tiempo, pondrá un examen un poco más difícil que en trami para no tener que baremar a tanta gente (y digo “un poco” solo, porque pienso que al Ministerio le interesa ir enchufando interinos y rebajando tasas de interinidad).
En contra: menos plazas que en trami.

Que la suerte nos acompañe.

Solo dices que no tienes los 33,5 puntos de antigüedad, pero no dices si tienes los otros 33,5. La película cambia mucho según te enfrentes al examen con 10 puntos de concurso o con 33,5.

Con 10 puntos ni sacando 100 en la oposición tienes la plaza garantizada (ni descartada), mientras que con 33,5 puntos y un examen de 85 tienes muchas opciones (pero nada seguro).

En tu situación, si tienes buen nivel te conviene un examen difícil. Muchos de los rivales duros no lo serán ya porque habrán aprobado gestión y tramitación, y los rivales que no vayan bien preparados quedarán por el camino, o a muchos puntos de diferencia en la fase de oposición.

con un examen difícil en auxilio (que normalmente ha sido así) puede haber opciones para muchos. El grueso de los interinos son de tramitación, en auxilio hay, pero no tanta gente.
Ya "regalaron" el examen de tramitación, y se pusieron serios en gestión, así que un examen "de los de toda la vida" es lo que tocaría.

Con fácil imagino que os referís al práctico y al word. El test yo lo vi normal.

La pregunta de si es posible aprobar auxilio me recuerda a la conocida fábula de la tortuga y la liebre. Quien ya la conozca puede dirigirse al final del post para recordar su mensaje; para el que no, la transcribo tal y como la recuerdo.

Érase una vez, en el bosque, que la veloz liebre iba pavoneándose ante todos y retándoles a una carrera por ver quién era el más rápido de todos los animales. Muchos admiraban a la liebre, porque era socarrona y divertida, y deseaban que alguien aceptara el reto para poder presenciar la carrera. Pero nadie se atrevía. Pasaron varios días hasta que por fin un animal, la tortuga, con su voz grave y parsimoniosa, se acercó a la liebre y aceptó el desafío. Todos se burlaron en seguida de la tortuga, porque era lenta y torpe, y aseguraban que no tenía ninguna posibilidad. Incluso la liebre se burlaba de ella, pero la tortuga no vaciló.

Cuando dieron la señal y comenzó la carrera, la liebre se lanzó como un rayo. Una nube de polvo fue todo lo que se vio, un vendaval que desprendía las hojas de las ramas y las flores a su paso de tan veloz. La tortuga, en cambio, seguía todavía en la línea de salida, aturdida, los miembros escondidos dentro del caparazón, pues tal era el susto que le había provocado la liebre. Por fin sacó la cabeza -la liebre debía de estar ya muy lejos- y decidió que, si había aceptado el desafío, ahora era el momento de correr y no de lamentarse.

La liebre, al ver la gran ventaja que había obtenido tras correr tan solo unos segundos, se relajó. Se detuvo a conversar con unas conejitas que se cruzó en el camino, a las que no dudó en cortejar. Presumiendo, les enseñó todos sus trucos y se divirtió mucho. Entretanto, llegó hasta allí la tortuga, lenta y afanosa, pero no quiso detenserse y continuó su marcha, declinando la invitación de las conejitas. Esto hizo reír a la liebre. Después de todo, todavía podía echarse un rato y descansar. Seguro que se despertaría a tiempo de alcanzar a la tortuga.

La tortuga, mientras tanto, sudorosa y cansada, seguía su marcha acompañada por los caracoles, que la animaban. Poco a poco iba avanzando, pasó una hora, o quizá pasaron dos, hasta que por fin avistó la meta, pero no quiso apresurarse, por si se le acababan las fuerzas. Decidió mantener su ritmo.

De pronto se despertó la liebre sobresaltada, no sabía cuánto había dormido, y hasta sus largas orejas llegó el clamor del público que se agolpaba en la meta. La tortuga debía estar ya muy cerca. Se lanzó entonces la liebre a la carrera lo más rápido que pudo, esperando alcanzarla: tal era el torbellino que producía a su paso, que los árboles y plantas a los lados del camino eran arrancados de cuajo.

La tortuga se giró entonces y divisó a la libre acercándose rápidamente. Hizo un último esfuerzo y corrió lo más rápido que le permitían sus cortas patas. La liebre estaba ya muy cerca. Estiró su cuello fuera del caparazón intentando alcanzar la meta. La liebre se había puesto ya a su altura, pero, finalmente, no pudo alcanzarla. Con el último estirón, la tortuga mordió la cinta y ganó la carrera. El público, que antes había animado a la liebre, proclamó vencedora a la tortuga y entre vítores fue llevada en hombros a celebrar la victoria.

SLOW AND STEADY WINS THE RACE