Oposinadas

Inapelable escribió:Ay, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], que nos hemos quedado sin Auxilio y sin comernos las uvas en Tendillas.

Uy, que me iba sin decir gracias...

Inapelable escribió:Del mundo soy el ombligo


Concédeme atención, fíjate en mí y ve relatando cuán valiosa soy; dedícame siempre un poco más de tiempo que al resto de los que conozco. Habla de mí, sugiere continuamente que sin mi presencia todo destiñe y hazme, porque sí, un homenaje: dame importancia.
Repite, tantas veces como veces me menciono, que tú me amas como yo me amo. Sube a mi ego y suicídate arrojándote a mis pies desde aquella altura.
No tengo por qué aceptar tus consejos, ni siquiera sé lo que dices; sólo te veo mover los labios y, si no es para elogiarme como bien merezco, qué importancia pueden tener tus palabras.

Coloqué, para mayor y apropiada gloria, un joya en el centro del Universo.

" Lejos ya de aspirar a ser el centro de ningún mundo, por más veces que lo haya intentado, y como única fémina de mi más insignificante entorno, opté al título de reina de mi casa. Mis súbditos me han confundido siempre con la asistenta, a pesar de mi porte soberano."

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Ayer vi una película de Morgan. Dijo, así como él dice las cosas, con parsimonia, una frase que me gustó mucho: te dedicas a lo que eres.
Se la decía a la rubia guapa, muy contestona ella, que luego resultó ser la malota de la película, como todas las que somos rubias. La tal mala le soltó: no, eres aquello a lo que te dedicas.
Pero el bueno de Morgan sentenció: si te dedicas a algo que no eres, estás traicionando aquello para lo que vales.
Y, ¿a qué viene todo esto? Ni zorra idea, pero es que estoy muy incómoda con estos zapatos.

Inapelable escribió:Opohipster

Pintarme los labios de rojo y las uñas descuidadamente a juego; colocarme aquellos pantalones de cuadros vichy con una camiseta que deje ver mi adornado ombligo; buscar unas gafas de pasta no graduadas que enmarquen mis ojos; poseer, al menos, un tatuaje aniñado; beber café y cerveza local; pasearme eruditamente con un libro grueso y tres periódicos bajo mi brazo; escuchar música que nadie gasta, ver películas francesas subtituladas; reconocer el arte hasta en los tochos de basura; salir sólo con hombres sobradamente preparados; coleccionar Apple y, sobre todo, ser totalmente incongruente siguiendo simpatías, con pretensiones rebeldes, que huyen del consumo masivo: cuando seamos muchos habrá que dejar de ser para ser.

Y todo esto porque ayer, después de un año vistiéndola, me di cuenta de que mi camiseta talismán, con letras estampadas y un tanto descolocadas que nunca antes me dio por leer, ha estado anunciando con orgullo, pero sin yo saberlo, que soy hipster.

Santi8 escribió:

Justo dos semanas antes de que se hiciera de noche aquel domingo a las diez de la mañana en el que el cielo nos bendijo con la santa lluvia, se mostraron de nuevo: largas cabelleras negras como el azabache, pequeños ejércitos de hormigas que sin descanso, de sol a sol, quemaban la maleza y segaban los campos. Huyeron las culebras para que las víboras volvieran... Con el mismo ímpetu y frenético trabajo, construyeron sistemas de regadío, aljibes, pozos y albercas. Se les vio en varios comercios —tanto en el pueblo como fuera— desembolsar importantes cantidades de plata y joyas pertenecientes a la familia, para comprar el poco ganado que en la zona había, así como los aperos necesarios para arar y trabajar la tierra. No repararon en gastos para hacerse con las hortalizas que raquíticamente crecían furtivas en los patios traseros de las casas. Se hicieron con todos los sacos de arroz y legumbres; todas aquellas familias que durante tanto tiempo habían  conservado aquellos fardos con la esperanza de que llegado el día se obraría el milagro, cedieron una tras otra, obligadas a vender por el hambre, el vil metal suplantó las semillas, la necesidad les hizo perder la fe, siendo otros quienes verían crecer en el verde brote su esperanza perdida.

Narusita escribió:Con permiso de Inapelable y Santi, comparto con el foro un escrito de Ángel Petisme.

LA VIDA

INGREDIENTES:

-Un par de huevos u ovarios.
-Un vaso de ¡azúcar!
-Una balsa de aceite.
-Una tonelada de polvos.
-Un pellizco de desasosiego, aromático y fresco.
-Un chorrito de whisky.

Se mezcla todo con la batidora (hay gente que utiliza hormigoneras, pero no es lo mismo) excepto el dolor que se corta en forma de luna. Se puede añadir, según los gustos, un limón y medio rallados. Prestar atención a la masa o la pasta de la tarta. Cuanta más pasta menos energía se transforma. Con kilo y medio de levadura basta.
Se pone todo en un molde y se mete al horno.
Antes de sacar la Vida del horno, se puede poner por encima mermelada de albaricoque.
Dejar reposar y después servirla generosamente.

Nota: Esta receta no suele salir a la primera. Insistir.

……………

Inapelable escribió:Unos disfrutando de la lluvia, y otras...
Pensando en hacerse el alisado brasileño para eliminar el frizz de los demonios.

En ricos matices, tan imprescindible...

Cadaqués escribió:Cómo ya sabrán vds, la pandemia ha arrojado el turismo atrás, 25 años, 1995...dónde estábais en 1995? Qué hacíais?

Otros datos, los matrimonios han caído desde 2020 de forma increíble, en abril 2020, únicamente hubo 200...cada mes siguiente, una ruina.

Los nacimientos, arrojan el peor dato desde 1941...la situación demográfica en España, está clínicamente desenchufada.

Es posible, cuándo sea, una vez, empiece a pasar la pandemia, asistiremos a un "Boom" en nuevos matrimonios y familias numerosas de 4 hij@s?

Hay otro dato llamativo, el sexo, ha dejado de ser prioritario para jóvenes y adultos, sustituido por una más que prominente masturbación. S.Hughes. columnista gruñón en The New York Times. Libro, "La nueva decadencia".

Y por último, tendrá, una muy alta predisposición social, el poliamor? Mi apuesta es que Si, va a crecer como la espuma, una vez liberad@s.
"The next social future is comming"